* Una corte tunecina falló hoy a favor de la entrega de “Albaghdadi Almahmudi”, ex primer ministro libio (ex secretario del antaño “Comité Popular General”, según la denominación del régimen de Gaddafi) a las autoridades libias del Consejo Nacional de Transición, quienes habían solicitado tal entrega al gobierno tunecino. Se espera que dicha entrega se hiciera efectiva luego de la ratificación oficial de las autoridades ejecutivas tunecinas, esto es, del presidente provisional tunecino “Fuád Al’Embazza”. El susodicho, o sea, el ex primer ministro de Gaddafi, había amenazado con iniciar una huelga de hambre, porque dice “temer por su vida” en caso de ser devuelto a Libia por cuanto es “depositario de muchos secretos de estado”. Esas insinuaciones y sugerencias suyas, en mi opinión, serían en parte dirigidas a Occidente, con la esperanza de ser rescatado de la misma forma que se hizo con “Musa Kosa” y salvarse así de ser enjuiciado ante el pueblo libio. En realidad, su principal papel en el gobierno de Gaddafi sólo consistía en ser un trapo en el que se limpiaban las cosas espurias de dicho régimen, aprovechándose él para malversar fondos, practicar el nepotismo, traficr influencias e involucrarse en ilícitos. El susodicho habia escapado a Túnez y entrado de forma ilegal, pero una vez capturado por las autoridades tunecinas esgrimió ser tunecino de origen, cosa que no le sirvió de mucho en lo que a tunecinos se refiere y le perjudicó aún más ante los libios, rencorosos de por sí hacia esa minoría de "regresados" (en alusión a los implicados en la política de entre los supuestamente libio-tunecinos cuyos padres emigraron en un pasado a Túnez y volvieron cuando el país se tornó próspero) a la que achacan muchos de los males que aquejan al país, por falta de patriotismo y lealtad a Libia. El pueblo libio le acusa de involucrarse en muchos crímenes, especialmente durante la fase revolucionaria que culminó con la muerte del propio Gaddafi y la liberación del territorio libio. La Vox populi sostiene que el mencionado ex primer ministro se llevó robados a Túnez unos 10 mil millones de dólares, además de cinco toneladas de oro, fugados secretamente a ese país como favor a los hijos del difunto Gaddafi, proponiendo la gente común en Libia arrestarlo y llevarlo a la ciudad de Musratha, en vez de Trípoli, porque en aquella ciudad sería imposible su fuga, tal y como sucedió inexplicablemente con “Mohamed”, el hijo mayor de Gaddafi. Pues se cree que en Musratha son insobornables.
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